El abogado de familia Caio Bastos destaca la importancia de la regulación judicial de la custodia de los hijos, especialmente en los casos en que los padres tienen poca proximidad. Descubra por qué esta medida es fundamental para el bienestar de los niños. Regularizar la custodia es un proceso complejo, pero fundamental para garantizar la estabilidad y seguridad del hijo en caso de disolución de la sociedad conyugal. Según el abogado de familia Caio Bastos, el tutor legal vela por que funcionen todos los aspectos relacionados con el bienestar del familiar.
«Regular la custodia del niño es fundamental para garantizar la protección jurídica de los derechos y deberes tanto del niño como de sus responsables. Establece claramente quién es el tutor legal del niño y garantiza que todos los aspectos relacionados con el bienestar del niño, tales como pues la educación, la salud y la vivienda se gestionan adecuadamente. Regularizar la custodia también proporciona estabilidad emocional al niño, sabiendo con quién vivirá y quién tomará las decisiones importantes en su vida”, explica el abogado. La ausencia de un tutor legal para el niño puede acarrear una serie de consecuencias, según Bastos.
«La falta de regularización de la custodia puede generar una serie de complicaciones jurídicas y prácticas. Sin una orden judicial clara, pueden surgir disputas entre los padres o entre padres y terceros, lo que puede resultar en un ambiente inestable para el niño.
Cuestiones como las prácticas urgentes Las decisiones médicas o la elección de instituciones educativas pueden volverse complicadas. Por ejemplo, sin regularización, puede haber incertidumbre sobre quién tiene la autoridad legal para tomar decisiones en situaciones de emergencia médica o para elegir la escuela de un niño.
En casos extremos, la falta de una custodia formal. El acuerdo puede incluso dar lugar a una intervención judicial o administrativa para determinar la situación de la custodia, especialmente si el bienestar del niño está en riesgo». ¿A qué edad puede un niño elegir con quién quiere estar? Según el experto, en Brasil no existe una edad fija a partir de la cual los niños puedan decidir con quién quieren vivir. «Sin embargo, a partir de los 12 años, la opinión del niño suele ser considerada más seriamente por el juez. La ley establece que el juez debe escuchar al niño y tener en cuenta sus deseos, valorando siempre si tiene la madurez suficiente para hacerlo». La decisión final, sin embargo, siempre se basará en lo que el juez considere el interés superior del niño”, añade.
Caio dice que las disputas por la custodia pueden tener efectos profundos y duraderos en la vida de un niño. «Los aspectos emocionales suelen ser los más afectados, y los niños muestran signos de estrés, ansiedad e incluso depresión. Los conflictos entre padres pueden crear un ambiente de inestabilidad e inseguridad, perjudicando el desarrollo emocional y social del niño».
Señala que, jurídicamente, los procesos de custodia prolongados y conflictivos pueden resultar en decisiones judiciales que intentan equilibrar las relaciones, pero que no necesariamente reflejan el ambiente más amoroso y estable para el niño. «Es fundamental, por tanto, que los padres intenten resolver sus diferencias de forma amistosa, centrándose siempre en el interés superior del niño, y considerando la mediación como una alternativa para minimizar el impacto emocional en el niño». revisión de guardia Según el abogado, la custodia puede revisarse siempre que haya un cambio significativo de circunstancias que justifique el cambio para servir mejor a los intereses del niño. «No hay un plazo fijo tras el cual la custodia deba o pueda revisarse; esto depende de las particularidades de cada caso. Por ejemplo, cambios en la situación económica o profesional de los padres, mudanza a otra ciudad, o cuestiones relacionadas con la salud y el bienestar». ser del niño pueden ser motivos para revisar la custodia. La solicitud de revisión puede ser realizada por cualquiera de las partes involucradas o por el Ministerio Público”, concluye