Son pocas las cosas que nos encontramos incrustadas en una pared en la calle quizás un clavo, un chicle o una anilla que se utilizaba para atar al ganado, sin embargo, encontrarse con un conector USB sin duda llama mucho la atención.
Es bastante probable que nunca te hayas cruzado con esta situación, no obstante, desde hace varios años se han detectado varios pen drives encajados en las paredes de varias ciudades del mundo, también en España. Es importante recordar que nunca es recomendable enchufar un dispositivo a un USB del que desconocemos su origen, principalmente porque en él se puede esconder algún tipo de malware o virus.
No obstante, también se podría tratar del proyecto ‘Dead Drops’ del artista digital Aram Bartholl quien desde 2010 lleva empotrando pen drives en paredes de todo el mundo. Como explica, esta acción sirve para crear «una red anónima offline de intercambio de archivos en espacios públicos» a la que todo el mundo puede acceder y participar con el objetivo de que compartan sus archivos o información que sea relevante para el mundo.
El nombre del proyecto, ‘Dead Dropd’ hace referencia a el modo en que los espías compartían información de manera secreta, por ejemplo, dejando un libro con un doble fondo en un banco del parque para que otra persona lo recogiera.